sábado, 26 de noviembre de 2016

¿Quieres ser VIPPS?

Todos nos hemos sentido proscritos alguna vez, acusados de esto o de aquello (reflejos incondicionados y nunca pedidos de asuntos propios de los redileros), apartados de trabajos o de contratos, dejados por parejas o por supuestos amigos que, cuando ‘teníamos’, a nosotros se acercaron y cuando ‘carecíamos’ de nosotros se largaron sin decir adiós.

 Todos hemos sido despedidos de algo, obsequiados con el ostracismo por no agachar la cabeza y decir ‘sí’ a maltratos de la dignidad.

 Todos llevamos heridas en el corazón producidas por alguien que nos equivocó el sentido y nos doblegó la voluntad.

 Todos nos hemos perdido alguna vez y nos hemos vuelto a encontrar.

Todos hemos perdido y hemos vuelto a ganar.

 Todos nos hemos sentido alguna vez perdedores hasta que una suerte de ángel nos contó que nada podemos perder mientras no sea nuestra dignidad lo que ha sido extraviado.

 Todos nos hemos creído infamias a cerca de nosotros mismos, mentiras que nos amargaron el latido del alma y nos cegaron la razón.

 Todos hemos sido obsequiados con la incomprensión de los redileros, esos que al no ser capaces de ver nuestra luz o percibir nuestra genialidad pretendieron condenarnos a la ausencia del intento, y arrebatarnos el derecho a ser lo que nos diese la ganar ser.

Todos hemos sentido la amarga presencia de la incomprensión, cuando alguien nos negó la oportunidad de demostrar la singularidad de nuestra alma porque no éramos suficiente ‘algo’ o no teníamos bastante de ‘algo’.

Todos hemos sido ‘patitos feos’ expulsados de algún club al que nunca debimos pretender pertenecer, porque ni éramos feos ni éramos patitos si no bellos cisnes de elevado vuelo.

Todos sabemos de la magia que tenemos en nuestras alas.

Todos hemos soñado alguna vez con tener un hada madrina, alguien de divina magia que con el solo agitar de su varita lograse convertir nuestras miserias en destellos de luz dorada donde los sueños acunar pudiesen su sentido.

Todos nos hemos enamorado de alguien ‘equivocado’ creyendo que no valíamos porque así nos lo hizo creer sin acertar a saber que los y las del club del redil no pueden amar porque tienen congelado el corazón, y ese ‘congele’ les duele hasta en las entretelas del alma pero no pueden admitirlo y conjuran su dolor acusando al otro/a de ser indigno de amor.

Todos tenemos sueños.

Todos tenemos un don, como poco.

Todos somos almas viviendo una experiencia humana la cual de nosotros depende el hacerla maravillosa o condenarla al club del redil.

Todos tenemos derecho a ser felices y a que se nos ame por y en base a nuestra esencia.

Todos tenemos la obligación de cuidar de nosotros mismos, de hacer todo lo posible por respetar nuestra singularidad y hacer que brille nuestra luz. Solo tenemos esta vida humana para ser vivida.

Cada vez es única. Tú escoges: humano o humanoide. Si vienes a la escuela, nunca más estarás solo. Somos muchos los de humana esencia por eso, precisamente, hemos creado nuestro propio club VIPSS: Valientes, Independientes, Preciados, Sabios y Sensitivos
Pídeme la luna http://www.planetadelibros.com/l-39961 vía @Planetadelibros

jueves, 24 de noviembre de 2016

NO BESAR MÁS SAPOS Y SER REINA (ponerte la corona y no quitártela ni para dormir)

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¿Cómo llegar a ser Reina?

 - Secreto de reina número uno: Si así lo crees, así será.

 - Secreto número dos: Permítete serlo. 

 - Secreto número tres: Diseña tu reinado, lo que equivale a: 
 3.1- tus Normas: ¿Por cuáles normas te riges, qué permites y no permites, y bajo qué concepto?
3.2- tus Derechos: ¿Cuáles son tus derechos?
 3.3- Tú escala de Valores: ¿Qué es importante para ti en la vida?
3.4 Tus Creencias: ¿Qué crees, qué piensas en áreas tan importantes como el amor, las relaciones, la familia, tus derechos, tus capacidades, edad, condición humana, alma, trabajo, estudios, etc., etc.
3.5- Mandamientos regios: ¿Cuáles son?

 - Secreto número cuatro: Muéstralo todos los días un poco.
Repasa tus mandamientos regios, y cumple uno al menos cada día.

 - Secreto número cinco: Perdona a tus enemigos. Se compasiva con todos aquellos plebeyos de alma que no son dignos de tu luz. La gente lo hace como mejor sabe y puede. Pero recuerda: perdonar y aceptar no significa incluir en nuestra vida a todos esos que no nos quieren amar, o que no nos tratan con el debido respeto que merecemos. Respétate y respeta, y no aceptes en tu castillo a nadie que te enrarezca el aire o no respete tu ser en toda su extensión.

 - Secreto número seis: No te obligues a soportar nada ni aguantar a nadie que no le plazca a tu corona. La vida es demasiado corta para malgastarla con gente que no quiere amarnos, ni está por la labor de apreciar y honrar el ser tan maravilloso que somos. No te rebajes por nada ni por nadie. Un plebeyo de alma no llega a ser miembro de la realeza por más que tú le ames, cada uno elegimos nuestro camino y nuestro momento.
Por consiguiente, sólo llega a reina y a rey aquel que se atreve a evolucionar su luz y hazla brillar al mundo. Si alguien no te quiere querer, no importa ya que hay mucha gente dispuesta a amarte si tú les das la oportunidad de cruzarse en tu camino.
Nunca cierres la puerta a la posibilidad.
Ni te dediques a maldecir a quien no te quiere querer, ni le eches la culpa a su inmadurez, ni pierdas el tiempo "psicoanalizando" los motives por los cuales no te quiso o no te pudo querer. En su lugar, haz algo mucho más productivo y dedícate a perseguir tu sueño, a enamorarte de tu verdadero y real destino. El mundo entero te lo agradecerá.

 - Secreto número siete: La vida es un conjunto de experimentos (ensayo, error, ensayo, error, ensayo, ¡solución!), por lo tanto no conseguir lo que anhelamos es, muchas veces, una forma de ser impulsados hacia nuestro destino. Por eso, recuerda: "No existen los fracasos, sino los resultados. Y, todo resultado es simplemente información." Experimenta, prueba, rectifica, ensaya, vive, intuye, y confía en tus instintos salvajes. No dejes nunca de experimentar, recuerda que la vida es una aventura maravillosa y qué uno nunca sabe lo que hay a la vuelta de la esquina... Una reina nunca se para, ni se detiene ante nada, pues aúna valentía, coraje, corazón y sentido del humor, lo que equivale a ser guerrera, amante y maga, los tres estadios integrantes del ser Reina.


 - Secreto número ocho: Honra tu luz. Tú has de ser siempre la primera y la última persona que honre, dé gracias y aprecie su propia luz. Mímate como a una reina. No te maltrates ni de palabra ni de hecho, has de ser siempre tu mejor fan, tu mejor amiga/o, tu mejor mentor, tu mejor sponsor... Cree en ti y el mundo creerá en ti. Recuerda que la Vida nos trata según nos tratamos nosotros a nosotros mismos.

https://youtu.be/JaoXWKs0cxk

PD: si necesitas Hadamadrina y quieres que te enseñe a organizarte un plan hadado, escríbeme: info@rosettaforner.com
 Las sesiones de Hadamadrining ("Un poco de Hadamadrining son un mucho de coaching"), pueden ser por skype desde cualquier lugar del mundo mundial.

(c) libro LA REINA QUE DIO CALABAZAS AL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA (RBA) También puedes leer LA MALDICIÓN DE EVA (Booket/Planeta)


miércoles, 23 de noviembre de 2016

NO TE RECAUCHUTES EL ALMA


SI QUIERES QUE LA PENA NO VISITE TU ALMA, NO TE LA RECAUCHUTES.


 ¿QUÉ SIGNIFICA 'NO RECAUCHUTARSE EL ALMA'? 

Todos sabemos lo que significa cuando del cuerpo físico se trata: añadir cosas falsas para dar una apariencia de ‘otra cosa’ que por natural no se tiene. También es ‘eliminar’ lo que sobra porque afea al sobrar. Por consiguiente, si te recauchutas el alma estarás o bien:

a) Añadiendo ‘elementos’ (conductas, ideas, actitudes, silencios…) que falsearán tu verdadero yo, y al hacerlo prostituirás tu dignidad: comportándote de manera que sea un atentado a tus principios, aguantando el no cobrar o cobrar mal por tu trabajo, estar en una relación de pareja que te mancilla el alma… Antipiropeándote tu (‘soy tonta’, ‘nadie me quiere’, ‘todo me sale mal...’, ‘soy vieja’, ‘soy pobre’… ‘no tengo dinero’…)

b) Eliminando ‘elementos’ tales como: callarte cuando te ofenden o te faltan al respeto, no defender tus principios, no poner los límites, renegar de tus ideas/creencias para caer bien o no caer mal.

Y, lo peor de todo, es eliminar principios propios e implantarse otros con tal de ajustarse al ‘Club de Redil’ de turno: ya sea empresa, grupo social, amigos, pareja, seguidores, etc. 

  PERMÍTEME QUE TE RECUERDE QUE SÓLO TIENES UNA VIDA PARA SER VIVIDA. NO HAY MAYOR BELLEZA QUE MOSTRAR EL ALMA AUTÉNTICA SIN RETOQUES NI DISIMULOS. 


© Rosetta Forner, 23 Nov’16 


PD: te invito a leer el libro YA NO TENGO EL ALMA EN PENA 
Publicado por DESCLÉE, y con prólogo de Miriam Díaz Aroca, (en la foto con un ejemplar del libro). MIRIAM DIÁZ-AROCA es un ejemplo de alguien auténtico que nunca se ha recauchutado el alma. Ella pasea por el mundo su genialidad, viéndose, en su rostro hadado, la belleza de su alma. Te invito a conocer su proyecto ELÍGETE (búscalo en Google)


martes, 22 de noviembre de 2016

Carta a una mujer desaprovechada (parte 4)

ADVERTENCIA: 
SI TE PARECE ‘TOO MUCH’ (demasiado difícil…) ESTO, en ese caso, RESÍGNATE, lo tuyo es un marear la corona. Lo cual significa que no serás una auténtica y real Reina hasta que no te decidas a quedar bien contigo, bien porque te hartes de pasarlo mal, bien porque te convenzas de que no hay otro camino para reinar en ti y en tu vida.
 Si crees que ‘el tener información de algo’ es igual a ‘tenerlo en el músculo’, esto es, que no necesitas ir a ningún profesional para que te enseñe a ser lo mejor que te ha pasado, ten por seguro que sólo serás una reina de pega con una corona de cartón.
Si acudes a un profesor o a una academia de Idiomas para aprender, por ejemplo Inglés, si te compras unos zapatos bien hechos en lugar de aprender a hacerlos, si acudes al dentista para que te arregle las caries, si pagas un billete de avión para ir a algún lugar… ¿cómo es que no te pagas terapia para mejorarte, quitarte las telarañas del alma?

Asúmelo, ningún curso ni ningún libro, por buenos que sean, te librarán de la reconversión personal. Ser REINA se puede aprender.  Ahora bien, no se hace en dos días, ni leyendo un libro, o atendiendo un seminario.

Puedes hacer todo eso, no hay nada malo en ello, pero además deberías acudir a la ESCUELA DE REINAS. 

 Fuente: LIBRO INÉDITO 'YO YA SOY FELIZ...' (c)
Rosetta Forner

CARTA A UNA MUJER QUE DESAPROVECHA SU POTENCIAL...(parte 3)

FÓRMULA (28 ingredientes):

‘ME PONGO LA CORONA Y NO ME LA QUITO NI PARA DORMIR: la mejor y más probada fórmula para recuperar, fortalecer y asegurarse el Poder Personal.


1- CREE en ti por encima de todas las cosas.

2- DI TU VERDAD, expón tus opiniones. Haz lo que creas conveniente o más adecuado para ti. RESPÉTATE.

3- NO PIDAS DISCULPAS por ser como eres ni por quien eres. Que no te quite el sueño no quedar bien con los demás.

4- SIÉNTETE ORGULLOSA de tu carácter, de tu alma, de tu físico, de ti, de todo tu ‘YO’.

5- SÉ TU MEJOR FAN y no envidies a ninguna otra mujer.

6- VIVE cada día como si no hubiese un mañana, porque llegará un día en que no lo habrá.

7- NO CONSIENTAS que no te paguen por tu trabajo, que te ninguneen con una petición de ‘rebajas’. Ni tragues con un ‘eres muy cara’.

8- NO ACEPTES un trabajo o una relación que traicione tu integridad.

9- Conoce tus INNEGOCIABLES, y que sean siempre eso, innegociables.

10- Ten claros tus ‘NEGOCIABLES’, revísalos al ‘alta’, jamás a la ‘baja’.

11- NO tengas amigas que sean sólo de ‘conveniencia’, o sea, enemigas de tu luz.

12- NO CONSIENTAS que otra mujer te incluya en su ‘Nosotras las mujeres esto o aquello’ o disimula ‘carezco de carácter para ser yo y/o pronunciarme o dar mi opinión personal sobre algo’.

13- NO TENGAS PAREJA por no parecer una solterona, o una desesperada o una abandonada.

14- NO te recauchutes el alma.

15- ACUDE a terapia para mejorar lo que tengas o quieras mejorar: el dinero invertido en tu desarrollo personal es el mejor in vertido (más que en vino o en ropa).

16- NO permitas chistes ni comentarios jocosos o faltosos a tu persona, tu vestimenta, tu carácter, cuerpo, zapatos o coche.

17- DA GRACIAS por ser quien eres: un ser maravilloso, con tus defectos y tus virtudes.

18- ANOTA tus opiniones principales y date permiso para pensar así: defender tus opiniones es sinónimo defenderte a ti y respetarte.

19- NO te empecines en victorias pírricas: hay que saber diferenciar entre ‘empecinarse en logar algo’ y cuándo es mejor perder alguna o varias batallas con tal de ganar la guerra.

20- DA información, pero no des explicaciones.

21- NO toleres que nadie meta las narices en tu vida, y te dé consejos o te diga como debes ser o vivir tu vida.
22- NO esperes que el mundo esté de acuerdo contigo. Practica la congruencia entre tus principios y tus actos: ‘walk your talk & viceversa’.

23- Haz del ‘EQUIVOCARSE’ tú mejor derecho: tienes derecho a experimentar, a no saber, a probar y luego desechar.

24- NUNCA traiciones tu integridad ni hagas cotizar a la baja tu dignidad.

25- RELACIÓNATE sólo con gente que te haga sentir bien, y te alegre el alma.

26- DA LAS GRACIAS por todo lo bueno que hay en tu vida. Practica el AGRADECIMIENTO y disfruta de cada momento, es único.

27- QUE NO TE QUITEN EL SUEÑO ‘lo malo’ ni los contratiempos vitales.

28- ‘VIAJERO QUE PARTE, DÉJALO MARCHAR’: deja que se aleje de ti todo aquello que no quiere seguir estando en tu vida.

carta a una mujer desaprovechada (parte 2)

LIMPIEZA PREVIA AL ‘PONERTE LA CORONA’: 

1- EL QUEJARTE SE ACABÓ: quejarse no lleva a nada bueno excepto a sentirse una ‘gran M’, y eso merma todo tipo de defensas en ti.

2- DEJA DE CONTAR MILONGAS. DI LA VERDAD: no mientas a otra persona, dile por qué no quieres algo. La mentira es un escudo de protección que aleja a las personas en lugar de acercarlas. La persona que se respeta a sí misma dice ‘no’ cuando quiere decir no en lugar de mentir.

3- NO MIENTAS: mentir a otra persona es una señal inequívoca de falta de poder personal. Mentirte a ti misma, engañarte, no querer ver la verdad en ti o en algo, es un ataque contra ti de consecuencias desastrosas a corto y largo plazo.

4- FUERA IDEAS APESTOSAS: no llenes tu mente de ideas apestosas, malas o negativas a cerca de ti o de tus capacidades o vida. Eso envenena el alma y te deja hecha unos zorros la autoestima.

5- SE ACABÓ EL CALLARTE UNA OPINIÓN, EL NO REBATIR UNA AFRENTA O EL NO PARARLE LOS PIES A ALGUIEN POR NO QUERER QUEDAR MAL CON ESA PERSONA. Si te guardas para ti lo qué piensas y cómo te sientes, puede que esa persona piense que eres tonta o, en el mejor de los casos, una tontibuena que no se entera. Si bien, esto, no es lo más importante. Ya que, lo que de verdad debe importarte, es que tú debes quedar bien contigo siempre le pese a quien le pese. Si vomitas una comida que te ha sentado mal, ¿por qué no vomitar o echar fuera lo que te haya dicho otra persona que te ha sentado mal? Empatiza con tu sentir, ponte en tu lugar y hazte respetar. Tu autoestima te lo agradecerá.

6- SE ACABÓ EL DISCULPAR LAS CONDUCTAS DE OTROS PARA CONTIGO: una cosa es no llevarles a la hoguera o posarles por la guillotina, y otra muy distinta disculpar lo mal que se han portado contigo, alegando que todo el mundo tiene derecho a equivocarse. Tómate en serio las faltas de respeto de los demás. Quien te trata mal es porque no se ama a sí mismo, y una persona que no se ama a sí misma, no te puede amar ni respeta a ti: ‘tenemos con los demás la relación que tenemos con nosotros mismos’.

7- TIRA A LA BASURA TÚ COMPLEJO DE VÍCTIMA. Puede que el ir de ‘pobrecita de mí’ haga que atraigas la conmiseración o la atención un rato sobre ti, pero a la larga sólo te reportará ‘cosechas inanes’. La valentía cosecha envidias, pero el victimismo atrae manipuladores y deja la valía personal por los suelos. Si quieres volver a creer en ti, recuperar tu poder personal, deja ya de ir de pobrecita por la vida.

8- NO TE CREAS TODO LO QUE SE ESCRIBE. La vida real es más prosaica que lo que se cuenta en los artículos, películas, etc.

9- SER REINA NO ES IR DE REINA: muchas mujeres creen que con decir ‘soy una reina’, ya lo son. Serlo es un proceso diario, una actitud que nace en el alma y termina en cada conducta y en cada pensamiento.

10- ALÉJATE DE TODOS LOS QUE CONTEMPORIZAN CONTIGO, TE PASAN UNA MANO POR EL LOMO: ‘quien bien te quiere, te hará llorar’. Eso significa, que no te dirá lo que quieres oír sino lo que te conviene. Ergo, haz limpieza de toda esta gente en tu vida. ¿Ya te has convencido de que tener poder personal pasa por tener carácter o por creer en ti?


CARTA A UNA MUJER DESAPROVECHADA (parte 1)

CARTA ABIERTA A UNA MUJER DESAPROVECHADA Y DESEMPODERADA
 © Rosetta Forner 21 Noviembre 2016

Fuente: Libro inédito ‘YO YA SOY FELIZ. Y TÚ, ¿A QUÉ ESPERAS’ © Rosetta Forner


 PRIMERA PARTE.
A tú vida, ¿le falta pasión? 
¿Te notas falta de poder? 
¿Te sientes desaprovechada? 
¿Crees que no se te valora en tu justa medida? Yo, como tú, también me he restado poder personal.

Yo, como tú, también he desaprovechado mi talento, mi inteligencia, mis recursos, a veces.
Yo, como tú, también parecía no creer en mí.
Yo, como tú, también he leído y devorado artículos que hablaban acerca de cómo recuperar el poder personal pero sin hallar la ‘fórmula filosofal y definitiva’ que me quitase esas arrugas del alma.
Yo, como tú, también he dejado que otros tomasen decisiones por mí aunque fuese en forma de ‘opiniones’ sobre mí o lo que yo decía, escribía u opinaba.
Yo, como tú, también he callado frente a los comentarios de una petarda o petardo que me dijo cosas faltosas, irrespetuosas o incluso humillantes a mi inteligencia.

¿Crees que NO es fácil ser tu misma?

¿Se te hace cuesta arriba mostrar tu verdadero rostro?

¿Te echas para atrás fácilmente cuando alguien da muestras de disgusto o descontento con tu conducta y/o con tu discurso?

¿Sientes que la vida es injusta contigo?

¿Crees que los demás son más inteligentes que tú?

¿Crees que ser mujer es más difícil que ser hombre?

¿No te gusta sentirte sola ni desplazada y añoras pertenecer a un ‘grupo’?

¿Le haces la pelota a la ‘jefa de la manada’?

Caso de que parezca que hayas molestado a alguien, o ese alguien te hace creer que le has molestado o que te has portado mal: 
¿Te echas para atrás?
¿Te sientes mal?
¿Te riñes a ti misma diciéndote cosas tales como: “no doy una”, “nadie me entiende”, “ya la he pifiado”, “la fastidié con esa persona que es muy importante” y etc…?
¿Te negocias a la baja?

Me refiero a si sueles dar la razón los demás, esto es, le das el primer puesto en tu fila de ‘importantes’ y/o le das el trono directamente.

¿Procedes así?

¿Te suena?

¿Tienes miedo a la autoridad?

 ¿Colocas fácilmente a los demás en el puesto de ‘autoridad’ y a ti en el de ‘subordinada’?
¿Tienes miedo a quedar mal o a no quedar bien?


Callar, no replicar a los comentarios ‘displicentes’ de otra persona a tu conducta, ser o esencia, para no parecer conflictiva o no crear animadversión hacia tu persona, conlleva perder tu poder personal. 

Las mujeres suelen ser el peor enemigo de otra mujer. Hay mujeres que, en lugar de admirar a otra cuando esta es fuerte, decidida, atrevida o auténtica, tratan de igualarla hacia abajo para que no se note la diferencia. Lo malo no es que haya mujeres que procedan así, sino que haya mujeres que se dejen y entre en ese juego y se quiten la corona para no parecer más altas que sus congéneres femeninos. Una mujer que no admire a otra, que no la respete, no merece ser amiga ni conocida. Por consiguiente, si tienes por amigas a mujeres que no honran el ser tan maravilloso que eres, o bien tu poder personal te ha abandonado cual desodorante malo y barato, o tú lo has tirado a la papelera del desprestigio personal.

¿QUIERES RECUPERAR O CONSTRUIR TU PODER PERSONAL, ESTO ES, PONERTE LA CORONA Y NO QUITÁRTELA NI PARA DORMIR?

En ese caso, te advierto que tu vida dará un giro de 360º, que habrá mucho cabreo a tú alrededor, mucha mujer que te tachará de prepotente, mucho hombre que te dirá que eres una feminista y que te quedarás más sola que la una…


¿Estás preparada para ponerte la corona? 


Permíteme recordarte una cosa –o, varias-, muy obvia: 
a) Sólo tienes esta vida para ser vivida 
b) Eres lo mejor que te ha pasado: sólo si tú quieres que así sea. 
c) Nadie hará por ti lo que tú no hagas pues a nadie le importas –o, deberías-, tanto como tú a ti misma. 
d) Si molestas, es buena señal. 
e) Día no aprovechado, día no disfrutado, día que nunca jamás recuperarás.


SINGULARIDAD AL PODER

Nunca olvides que no hay dos como tú. 

Debes encontrar en tu interior ese espacio donde te encuentras con quien realmente eres para ser eso que eres con todo tu poder. 

No tienes competición, pues hay una sola/o en tu categoría y esa eres tú. Nuestras creaciones nos sobreviven. 

Expresa tu alma y deja parte de ti, en esta vida, pues nunca habrá otro como tú, esa será tu inmortalidad.



¿ES FÁCIL SER COACH? ¿PUEDES SERLO PARA TI?

Por poder, puedes serlo.

No obstante, permíteme que te brinde las siguientes preguntas para la reflexión: 
a) ¿Tienes conocimientos? No me refiero a que tengas información (“la información es rumor hasta que está en el músculo, que es cuando se convierte en conocimiento”).

b) ¿Sabes disociarte de ti y observarte con neutralidad? ¿Dónde y cómo aprendiste a hacerlo?

c) ¿Has hecho terapia previamente? ¿Con un buen profesional? d) ¿Acabas de hacer un curso de coaching y por eso crees que ya sabes?

e) ¿Crees que eso de ‘ser juez y parte’ es posible?

f) ¿Crees que eso de ‘coachear’ es fácil y lo puede hacer cualquiera?

g) ¿Eres de los que piensa que una sesión de coaching consiste en hacer preguntas? Si es afirmativo, ¿quién diseña las preguntas? ¿Cómo las elaborarás?

h) Si el coaching fuese otra disciplina, por ejemplo, medicina, ¿procederías igual o buscarías un buen galeno?

 Al igual que la gente usa la cámara de su móvil para hacer fotos y creen que pueden con ello sustituir a un buen fotógrafo, o leer un artículo o varios de Branding y creerse expertos, mucha gente hoy en día se dedica al coaching como si fuese fácil y todo el mundo sirviese para ello. La ignorancia, la falta de autoestima y el bajo ‘self worth’ producen el síndrome de la prepotencia (prepotentis aguditis).

Se necesitan conocimientos varios y buenos, una personalidad determinada, unas capacidades específicas, vocación y sobre todo praxis (oficio, experiencia… que dé lugar al conocimiento). 

¿Cómo saber qué preguntas hacer?
¿Tirar del manual de la escuela?
Incluso un periodista puede hacer y hace, mejores preguntas que muchos coaches.
 Nunca una profesión fue tan mediocrizada por gente que se cree que esto es fácil, y que cualquiera sin madurez psicológica y sin haber aprendido a domesticar a sus demonios interiores se lanza a ‘coachear’ a otros. Obviamente tiran de manual y de los conocimientos de otros que están al alcance de todos en los blogs que inundan internet (todos o casi todos, dicen lo mismo, incluidas las comas).

Si eres de los que cree que puede auto coachearse o coachear a otros… ¡Andas fatal de sentido común! Deberías hacértelo mirar.

Un curso no convierte a nadie en coach, simplemente proporciona una información (mejor o peor impartida).

 Hace años, hubo un boom en el mundo de la informática: ‘todo el mundo’ era un experto en ordenadores. Ahora, sucede con el coaching, pegas una patada a una piedra y salen ‘ciencuentamil’.

No sólo son mis veinte años de profesión como hadamadrina (coach PNL), sino mis capacidades especiales y todo mi bagaje anterior tanto profesional como en formación académica. Ahora soy mucho mejor que hace veinte años, pero el ‘don’ lo tenía ya antes de empezar. Lo dije hace mucho tiempo y lo sostengo: si la gente se dedicase a aquello para lo que tiene capacidades y le habla a su alma, la mediocridad no existiría. 

Si vas a contratarte un coach, hazle la prueba del algodón: si el coaching le cambió la vida y por eso es coach… Deberías dudar de su profesionalidad, ya que esa NO es una buena razón para ser coach y si un argumento ‘engaña incautos’ pues disimula la falta de profesionalidad y de vocación: esa persona mañana se pasará a lo que esté de moda, a no ser que ‘triunfe’ en el Club del redil.


 PREGUNTAS: 
¿Te ha gustado? 
¿Estás de acuerdo? 

Me encantaría conocer tu opinión. 
Miles de gracias hadadas por adelantado.


CULPABLE, ¿seguro que lo eres?

¿Qué tendrá la culpa que tanto se practica? Lo debatimos junto a @rosettaforner http://prnoticias.com/podcast/ondamujer/formacion/20157963-gusta-cargar-culpa-todo ¿Mea culpa o la de otros? ¿Qué tendrá la culpa que tanto se practica? Las personas optamos por sentirnos culpables como tratamiento para heridas emocionales del pasado: nos hicieron sentir responsables de los males psicológicos de otros a la par que nos desvalorizaron, inferiorizaron o nos despreciaron. La culpa es creer que todo pasa porque no hicimos lo suficiente, o porque no supimos dar con la respuesta correcta. Los padres harían bien en no verter en sus hijos sus ‘errores ni sus asuntos por resolver’. Y, los hijos harían bien en asumir la responsabilidad de limpiar todo esto una vez cumplidos los 25 años. La inoculación de la culpa puede que la haya hecho otro en nosotros, pero uno y sólo uno es el responsable último de seguir alimentando semejante monstruo insaciable. ¿A qué esperas para despedir a la Culpa? ¿De qué te sirve? ¿De qué te protege? La culpa puede eliminarse. Prueba a darte C de comprensión. U de unidad con tu ser. L de libertad para ser quien eres, sentir lo que quieras. P de paciencia para aprender a vivir a tu manera y aprender a amarte. Y A de Amor y Alegría. De ahora en adelante, cada vez que vayas a optar por darte un atracón de culpa, detente y separa sus ingredientes C, U, L, P y A: Compasión, Unidad, Libertad, Paciencia, Amor.

DESDE MI INFIERNO PARTICULAR

DESDE MI INFIERNO PARTICULAR (c) YO YA SOY FELIZ... (futuro libro de Rosetta Forner). “¿Sabes ser feliz? Y, ¿sabes hacerte feliz?”
La pregunta martilleaba mi corazón y mi cabeza al unísono. Maldita terapeuta que con sus preguntas me llenaba de espacios las excusas de mi ego despistado. En verdad, ella no tenía la culpa. Al fin y al cabo, la había buscado yo a ella, no ella a mí. Estaba harta de sufrir, de malvivir mi vida. Y ella se apareció como una suerte de hada buena a la que acudir en momentos de insoportable tribulación. Parecía tenerlo todo tan claro, tan controlado… En cambio yo, era puro desastre. ¿Qué tenían ella y esos otros que parecían tener vidas felices? ¿Acaso eran mejores que yo? ¿Por qué a ellos les había tocado la lotería de la felicidad? En cambio, a mí, me había correspondido el Gordo de la desdicha. ¿Sería el karma? Y… ¡una mierda! Ella era un hada. Yo era un ser humano perdido en la niebla de un destino con mucho desatino y poco sentido del humor. Ella era hermosa por dentro y por fuera. Yo… mejor no te lo cuento. Ella me miraba con los ojos del Universo. Yo me contemplaba a mí misma con las lentes empañadas por el desamor y el desasosiego vitales. Las hadas parecen tener respuesta para todo, y más ésta que es una respondona. No se calla una. Tiene preguntas para todas las cosas que le digo y réplicas. Quisiera dejar de asistir a consulta, pero mi alma me lo impide. Ella sostiene que las personas somos expertas en hacernos la vida muy desagradable cuando no imposible. Va a ser que tiene razón. Con que facilidad nos llenamos la cabeza de tonterías. Y, encima, nos las creemos. ¡Hay que jo…….robarse! Las tonterías son gratis, no cuestan nada y no hay que ir a ninguna a tienda a comprarlas, puedes adquirirlas a granel en tu cabezota, están ahí disponibles todo el día. ¡Ja! Y los piropos también. Y, las palabras agradables. Deberían prohibir las tiendas de ‘malos rollos’. A buen seguro que yo sería una proscrita. No tengo excusas para ser infeliz. Y, sin embargo, soy la reina de la fiesta de los infelices. Ella dice que quien no tiene problemas se los busca. Será que nos aburrimos de nosotros mismos. Pero, ¿es imposible una vida sin problemas? No. Ahí tienes la razón por la cual puedes ser infeliz sin culpabilizarte. ¡Va a ser que no! Eso es la excusa, la ‘alibi’, una opción pero no un castigo divino ni una imposición de la vida humana. Nos pasamos la vida fingiendo quienes no somos ni queremos ser. Cuando podríamos pasárnosla ejerciendo de nosotros mismos. En vez de ello, nos afanamos en ser infelices y darnos de comer bazofia espiritual. Así nos va. Tanto vivir en la miseria existencial que luego viene un gurú de pacotilla y allá que vamos a aprendernos sus consignas de memoria, las cuales no funcionan. Pero, ¿a quién le importa? Tan absortos estamos llenándonos del alma de culpabilidad que no nos queda tiempo para darnos cuenta de que nos la están dando con queso, y uno bien malo. Porque si fuese bueno, al menos, lo podríamos combinar con un buen vino y disfrutarlo. Nos venden fórmulas para ser felices igual que antaño se vendían fórmulas para que creciese el pelo. Ni un pelo crecía. ¡Ni de tonto ni de listo! Ni uno. Al principio pensaba que era yo la que tenía la culpa de que, la ‘fórmula’ del gurú de moda, no funcionase. A mí alrededor parecía funcionarle a todo el mundo. ¿Sería así de verdad? O, ¿era sólo el resultado de mi imaginación entrenada para ser agorera y pintar nubarrones donde antes sólo podría haber dicha? Dicen que la Virgen sólo se aparece a los tontos y a los pastorcitos. ¿Debería hacerme pastorcita o pasarme al club de los tontos? Seré infeliz, pero imbécil, ¡ni hablar! Si pudiese ver dentro de las personas vería mucha máscara social. Al menos es lo que dice mi hada -me gusta llamarla así, con el ‘mi’… A ver si se me pega algo bueno de lo suyo. Aunque bien pensado, me la imagino replicándome con un “¡No caerá esa breva!-. Máscaras sociales para disimular que son expertos en infelicidad. Y, digo yo, ¿por qué no ir a cara descubierta mostrando que en eso si somos expertos? ¿Será porque se lleva la felicidad? Pero, si casi nadie sabe hacerse feliz a sí mismo. Purito desastre. En la escuela nos inculcan el disimular la singularidad. Premian la mentira personal. ¿Cómo vamos a ser adultos responsables de nosotros mismos si desde pequeños nos abocan a la adoración de la hipocresía infeliz? Adoramos a los que fingen ser felices. Nos apuntamos a sus seminarios y leemos -qué digo leer-, ¡devoramos! sus libros. En cambio, cuando olfateamos a un auténtico le damos en los morros con el ostracismo y la displicencia: “Éste o ésta, seguro que va de sobrado”. Hace tiempo estuve en un congreso de coaching (los hay y muchos, a tutiplén, porque el negocio vende). Asistí a varias de las conferencias. Entre ellas a las de un psicólogo que usaba su enfermedad -estaba en un proceso de cáncer terminal y falleció pocas semanas después-, para atraerse la atención del público: la conmiseración es muy poderosa. Este hombre decía estar luchando contra el cáncer. El énfasis lo ponía en el ‘contra’. Todos los ejemplos que nos puso de como ‘poner límites’ eran más bien claudicaciones, humillaciones disfrazadas de ‘amor’. ¿Cómo podían no apercibirse los asistentes de su farsa? ¿Nadie más en la sala veía lo que yo? De no haber estado tan maltrecha mi autoestima, me hubiese levantado y le hubiese dicho cuatro cosas a ese farsante. Era un vendedor de crecefelicidad. Salí muy decepcionada de la conferencia. ¿Acaso había que estar enfermo para atraer a la gente? A un cierto tipo de gente, claro que sí. A mí, no. Soy rara, no encajo en ese panda de redileros que entonan el ‘bééé’ con entusiasmo rayando en el éxtasis. Mi consuelo es que el ser raro sirve para crear un mundo alternativo y acaso, mejor. Como puedes imaginar, tengo mucho tiempo para pensar. Me bullen las ideas, me acosan los miedos y me susurran al oído las ganas de pegarle una patada a todo y largarme a recorrer el mundo en busca de más marcianos como yo. No le voy a echar la culpa al karma. ‘Mi’ hada opina que cada uno creamos nuestro destino. Razón no le falta. Ahora bien, ¿por qué no echársela? Muchas de mis amigas lo hacen. Culpan al karma y a los hombres de todos sus males. Se desahogan y se quedan la mar de tranquilas. Les dura un rato. Eso sí, ¡vaya rato que pasan tan magnífico! Nunca pensé que yo podría tener coach –of course, queda mejor esto que decir tengo terapeuta o psicólogo-. Porque, seamos sinceras, lo del psicólogo está demodé, e impone pues parece que te falta un tornillo. En cambio, decir ‘tengo sesión con mi coach’ queda de un moderno que es ‘demasié’. A lo que iba, espero que haya alguien ahí afuera que lea esto. Porque escribir un blog para que no te lea ni tu madre, además de cutre, es patético. Y, lo último que quiero ser es patética. Puedo ser despistada, desastre, mandona, refunfuñona… Pero, patética, ¡jamás!

DESPIERTA A TU FUERZA INTERIOR

“No dejes que las circunstancias te arrastren. Tú eres dueño de tu propio destino y tienes el poder para cambiar cualquier situación.” © El ganador que todos llevamos dentro (I. Boss, Zenith) El ser humano está sepultado debajo de consignas que le enseñan a alejarse de sí mismo, además de animarle a pasarse la vida tratando de ser quien no es y quien nunca llegará a ser: la realidad nos muestra que no se puede ser quien no se es, por más que se intente. Quien esto practica, se halla ante el fracaso más estrepitoso de su carrera humana. Las personas que han apostado por ellas, por salir a ganar, se guiaron por su convicción, siguieron su instinto y su pasión (en Inglés ‘bliss’), su brújula interior marcó el camino, no las modas externas. Todos los genios, los rebeldes, los descubridores, tuvieron algo en común: se centraron en su interior, en su persona, en escucharse a sí mismos, en hacer aquello que era su pasión, en dedicarse a ello con convicción, en usar sus talentos y capacidades. No hay nadie como tú en el mundo, puesto que eres único. También es única tu manera de hacer las cosas. Por eso, descubre a quién llevas en tu interior. ¿Quién eres? Descubriendo el arquetipo dominante en ti. Si tuvieses que optar entre ser un Guerrero (Warrior), un Rey (King), un Mago (Wizard) o un Amante (Lover): a- ¿Por cuál optarías? b- ¿Por qué razones optarías por ese arquetipo en particular? c- Arquetipo escogido: ¿quién serías en concreto? Y, ¿por qué razones lo serías? Los hombres, no por ser hombres, tienen un arquetipo guerrero como dominante. Ni todas las mujeres tienen al arquetipo ‘Lover’ como opción de preferencia, puesto que los arquetipos no tienen género. LOVER (AMANTE): tener a éste como arquetipo dominante, produce un estilo de management orientado a proveer el bienestar personal entre sus colaboradores. Para un ‘lover’ (ya sea hombre o mujer), es primordial que la gente de su equipo se sienta bien, tenga espacio para crecer y desarrollarse. Por tanto, la escuchará, atenderá sus opiniones, quejas y sugerencias -aspectos que no interesan en absoluto a un ‘Warrior’´-, así como sus reivindicaciones laborales. Se preocupará por crear un ambiente agradable, con ausencia de conflictos, donde la armonía impregne las relaciones laborales, y todo el mundo se sienta integrado (conciencia corporativa). Más que equipo, tendrá una ‘familia’ en la oficina. En su vida personal, procede igual: un ‘lover’ quiere relaciones armónicas, le preocupan sus semejantes, practica la caridad, es compasivo con los desfavorecidos, y muy empático con las emociones ajenas. GUERRERO (WARRIOR): los hombres, y las mujeres, cuyo arquetipo dominante es éste, son infatigables, aparentemente fríos y distantes. Esquematizados, jerarquizados. Orientados a conseguir un objetivo, centrados en llevar a cabo las órdenes (son buenos ejecutivos, disciplinados, eficaces, meticulosos). Disociados de los aspectos emocionales tanto propios como de los de su equipo, familia o amigos. Valoran la proactividad y la iniciativa. Admiran a aquellos que arriesgan. No se detienen ante un problema. No les ablandan las lágrimas, con ellos no sirven, produciendo el efecto contrario. Los obstáculos les motivan, y la ausencia de los mismos, les aburre y desmotiva hasta el punto de dejar la empresa o la relación personal. Necesitar admirar tanto a los de arriba como a los de abajo en la escala jerárquica. Forman equipos muy cohesionados alrededor de las metas y objetivos a lograr (pero jamás establecen relaciones cuya vinculación principal sea la emocionalidad). Adoran los símbolos externos de poder. Les gusta alcanzar el poder, otra cosa bien diferente es ejercerlo. Usan la razón para funcionar tanto en lo empresarial como en lo personal: ‘sólo son negocios’. WIZARD (MAGO) Si el dominante es el ‘mago/wizard’, la persona (hombre o mujer), preferirá la libertad de movimientos a la seguridad de lo conocido, apostando por ‘proyectos’ por los que nunca apostaría un ‘warrior’ o un ‘rey’ (a no ser que sea un visionario: tenga por co-arquetipo al mago), y apreciando los talentos en la gente (donde otros sólo ven piedras, un ‘mago’ ve diamantes). Si dirige una compañía o equipo de trabajo, incidirá mucho en el aspecto creativo y dejará mucho margen de maniobra a sus colaboradores. Valorará la iniciativa, la inteligencia, la originalidad, y la singularidad. Tanto en la vida personal como en la laboral, necesitará disfrutar, pasárselo bien, por eso atesorará muchas experiencias en su CV. No se queda muchos años en la misma compañía, en cuanto le ha exprimido la esencia a la experiencia, se va a otro sitio donde pueda seguir creciendo y su talento sea valorado. Les encantan los proyectos, una vez terminados, debería tomar el mando un ‘guerrero’. Como colaborador, será de una tipología que sólo un visionario podrá valorar, apreciar y sacarle partido –para todos los demás, sólo será alguien con demasiada energía o excesivamente original, es decir, excéntrico-. En sus relaciones personales destacará por su simpatía y por dejar mucho espacio a sus amigos y miembros de su familia, tanto que puede que piensen que no les importa. El compromiso que les encierra no es lo suyo, por eso están en las relaciones (personales y laborales) mientras sean felices. A los ‘magos’ se les reconoce por su carisma, su ironía y una inteligencia muy despierta (mente muy rápida). REY/KING: Si éste es el arquetipo dominante, la persona será más ponderada que un ‘Warrior’, un poco más interesada –mas sensibilizada- que éste en los aspectos emocionales y humanos de la gente, pero mucho menos que un ‘Lover’. De ser ‘jefe’, padre o madre, ejercerá un estilo de management en el que alternará órdenes, supervisión pasiva, espacio para ejercer, y supervisión final con conclusiones, al estilo de un padre o de una madre cuando educan a sus hijos. El arquetipo de ‘Rey’, se nota porque manda y manda mucho en su entorno de influencia (ya sea la empresa, la familia, o en su círculo social), es el patrón o la matriarca, y espera que le obedezcan. Respetuoso, comprensivo con las personas que formen su ‘equipo’ (laboral o familiar). Le interesan los objetivos, pero sin olvidar a las personas: sabe hacer equilibrios con estas dos variables. Obviamente, hay personas con éste arquetipo dominante que son ‘tiranos’, muy mandones, orgullosos e incluso prepotentes, con una agresividad por encima de la media. Cada arquetipo tiene muchos matices y variaciones peculiares. No obstante, aquí sólo perfilo el arquetipo con sus características más habituales y genéricas.
FUENTE: para saber más libro EL GANADOR QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO (ZENITH) EL GANADOR QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO (EBOOK) | I. BOSS ... www.casadellibro.com/ebook-el-ganador-que-todos-llevamos-dentro-ebook/.../21171... Descargar EL GANADOR QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO (EBOOK) del autor I. BOSS (ISBN 9788408118916) en PDF o EPUB completo al MEJOR PRECIO ... VIDEO: https://youtu.be/4LKaycuqB7c

NO TE CALLES, NI PERMITAS QUE TE CALLEN

NO TE CALLES



NUNCA TE CALLES UNA OPINIÓN, NI TE PRIVES DE REBATIR UNA AFRENTA, NI DEJES DE PARARLE LOS PIES A ALGUIEN POR NO QUERER QUEDAR MAL CON ESA PERSONA. 

Si procedes así (te guardas para ti lo qué piensas y cómo te sientes), puede que esa persona piense que eres tonta o, en el mejor de los casos, una tontibuena que no se entera. Si bien, esto, no es lo más importante. Ya que, lo que de verdad debe importarte, es que tú debes quedar bien contigo siempre le pese a quien le pese. 

Si vomitas una comida que te ha sentado mal, ¿por qué no vomitar o echar fuera lo que te haya dicho otra persona que te ha sentado mal?

Empatiza con tu sentir, ponte en tu lugar y hazte respetar. Tu autoestima te lo agradecerá.


(c) Rosetta Forner​

LIDÉRATE

LIDÉRATE. Significa que debes marcarte tus propios objetivos en base a tus propios principios y escala de valores sin condicionarte por el qué hacen los demás. Cada uno logra sus metas a su manera traicionando o siendo fieles a sus principios. Nunca imites a nadie ni te sientas mal porque no logras lo que otro logra. Céntrate en ti, lidérate. Llévate hacia dónde quieras, pero hazlo con tus propias capacidades, acorde a tus principios y teniendo en cuenta lo que es valioso para ti. Sólo así te merecerá la pena lo que logres.

LLÁMAME POR MI NOMBRE: AUTENTICIDAD

MI NOMBRE ES AUTENTICIDAD © Rosetta Forner Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. © Jean Paul Sartre (1905-1980) Filósofo y escritor francés. Acostumbramos a vivir en la comodidad del personaje de supervivencia (coping persona), se nos hace difícil convencernos de que afuera se estará mejor. El miedo usa sus razonamientos seductores para animarnos a que nos quedemos en la ‘seguridad’ de los límites conocidos: ‘mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer’, o ‘más vale una mala relación que estar solo’. Poco a poco, nos acostumbramos a ‘estar abajo’, manera eufemística de decir que uno se acostumbra a sentirse inferior, yendo por la vida como pidiendo perdón por molestar y permiso para existir. La inferioridad no conviene a nadie, crea muchas molestias e incluso dolencias en el cuerpo físico (dolores de espalda de tanto encorvarse uno ante la vida o los demás en una manera simbólica de mostrar el sentimiento de inferioridad). De tanto repetir un comportamiento éste se convierte en anclaje. Se pide permiso porque se tiene miedo al ‘castigo’. En el caso de las personas que se relacionan entre ellas usando el ‘palo y el caramelo’, o sea, el premio y el castigo, el centrarse en la búsqueda del ‘premio’ implica que cada miembro de la pareja debe tratar de adivinar qué quiere el otro, cómo puede contentarle y no contrariarle. Nadie parece querer el ostracismo. Paradójicamente, el auto-ostracismo está sumamente extendido. Las personas se auto castigan al obligarse a ser, comportarse, fingir, pensar o decir lo que no es su verdad, o no se ajusta a su escala de valores y principios. En las escuelas no enseñan a ser fiel a uno mismo ni a ser sincero ni auténtico: la autenticidad es tildada de peligrosa. Desilusionamos a muchos. Cuando alguien se ha prefijado una expectativa respecto del otro, con toda probabilidad se le desilusionará. Aunque tratase de agradarle, no lo lograría. El énfasis se pone en ‘agradar’: esperar que los demás nos agraden así como dedicarnos a agradar al ‘partner’. Resultado: baja resistencia a la frustración. La gente se cabrea sobremanera con nosotros. Y, nosotros con ellos. Nos enfadamos con el Gobierno, con la persona que nos atiende en el supermercado, con el paciente, con el cliente, el cliente con el tendero, el profesor con el alumno, el marido con su esposa, la esposa con el marido… Formamos una cadena de desilusión. La frustración sólo trae soledad, amargura y auto-ostracismo. Seguro que te ha sucedido más de una vez, que sin tú saber por qué, alguien te ha retirado el saludo, o le ha hablado mal de ti a otra persona… Puede que le contrariases, y que tú lo ignores. Puede que, tratases de complacerle, y a pesar de los esfuerzos, te llevaste el mismo ‘premio’ que si hubieses optado por ser auténtico y fiel a tus principios. Es lo que tiene el no acoplarse a las expectativas del otro, o no ‘adivinarlas’. Puestos a recibir castigos de ostracismo, lo más sensato y productivo es dedicarse a quedar bien con uno mismo. Al menos, al proceder de ésta manera, nos quedará la satisfacción de habernos ajustado la sinceridad y la honestidad. Si sembramos congruencia, a la larga, los beneficios serán inmensos. Consecuentemente, no dejes la gestión del liderazgo de tu propia imagen ‘corporativa’ en manos de los demás. Las personas somos ‘productos’ y ‘empresas’ con conciencia y libre albedrío, lo cual, en ocasiones, añade dificultad a la tarea, y en cambio, otras la facilita. Atrévete a decidir ‘cómo quieres que los demás te perciban’. Mi recomendación profesional es que te encargues tú de ello, y te contrates como manager de tu propia campaña. ¿Cómo quieres que te perciban los demás? ¿Qué memoria quieres que guarden de ti en sus archivos? Si estás convencido de que no puedes influenciarles, o de que hagas lo que hagas dará igual, en lugar de ‘hacer por hacer’–en ajedrez se aconseja que, cuando uno no tenga claro qué movimiento hacer, que no haga ninguno-, reflexiona acerca de las consecuencias potenciales que esta postura pueda tener. En general, si puedo asegurarte, que una de las consecuencias será que siempre estarás a merced de los designios y caprichos de los demás. Ahora bien, si por el contrario quieres sentirte a gusto en tu piel, te sugiero que te emplees a fondo en averiguar lo siguiente: qué quieres pensar de ti, cómo quieres percibirte, y qué imagen quieres proyectar. La honestidad, a la larga, es la mejor compañera. A la corta, puede que no te abra puertas, pero a la larga, te abrirá las del Olimpo. Cuando logramos que alguien confíe en nosotros, cuando ese alguien se da cuenta e interioriza que somos de fiar, leal, es decir, personas cuya honestidad, sinceridad y autenticidad son ciertas, será nuestro mejor valedor, y fan incondicional. Asimismo, un camino de paz interior se abrirá en nuestro interior, y ya nunca más estaremos solos. El mayor de los beneficios es que serás capaz de darte cuenta de quién te aprecia de verdad, reconoce y honra al ser que eres. Al igual que serás capaz de desenmascarar a quien no te valora ni te aprecia, y quizá tan sólo busque aprovecharse de ti, o a aquel se relaciona contigo por lo qué representas (cargo, posición social, fama…etc.), pero no por el ser humano que eres. Al final del camino vital, sólo está uno y su conciencia. ¿Cómo te quieres sentir esta noche cuando te vayas a dormir? ¿Cómo quieres despertar mañana? No te calles ante el insulto y la falta de respeto de tu jefe, de tu cónyuge, de un amigo, de un cliente, o de alguien que se relacione contigo ya sea temporal o habitualmente. Una advertencia: no esperes halagos, parabienes, o felicitaciones. Muy al contrario, prepárate para la artillería pesada de la culpabilización, ya que no les complacerá que les pongas los límites. Quienes acostumbran a ir por la vida ‘sin ese tipo de límites’, es decir, sin respetar a los demás o tratándolos como si fuesen ‘objetos’ en lugar de personas, suelen andar escasos de responsabilidad, respeto, lealtad e inteligencia. Lo cual produce que estén ‘cero’ en empatía: al no ponerse en el lugar de sí mismos, no pueden ponerse en el tuyo. “La empatía bien entendida empieza por uno mismo”. Asimismo, esperarán que tú asumas la responsabilidad derivada de sus comportamientos. Ellos no lo harán, pues tienen por costumbre ‘transferírsela a alguien externo-. RECUERDA PRACTICAR O SER TODOS LOS DIAS UN POCO DE ESTA ‘FÓRMULA POTENCIA AUTENTICIDAD’: No negocies nunca a la baja. No toleres que te ninguneen o falten al respeto o se aprovechen de ti. Porque, aquello que permites, es lo que promueves. Exprésate. Haz aquello en lo que creas. Renuncia a lo que no te sirve. Muéstrate tal como eres. No quedes bien con nadie que no seas tú. Atrévete a vivir en sinceridad. Nada ni nadie en el mundo, se merece que pagues el precio de vivir una vida escondiendo de tu verdadero carácter en una personalidad de supervivencia (coping persona). Rompe la ‘camisa de fuerza’ y apuesta por el valor de la autenticidad.’

LIDERAS O AGUANTAS QUE TE MANDEN

¿MANDAS O TE MANDAN? © Rosetta Forner 

 “Si no contratarías a la empresa que te ha contratado o no serías el jefe de tu jefe, ¿cómo es que todavía trabajas ahí o tienes a esa persona por jefe? Libérate de tu propia esclavitud. La libertad es un derecho que si no lo ejerces no te sirve de nada tenerlo.” © I. Boss, ‘EL GANADOR QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO’ (Zenith). 



 He trabajado por cuenta ajena, y me gustó hacerlo.
No es fácil ser empleada, tampoco lo es ser jefa –por regla general es difícil contentar a gente tan dispar que, lo único que tienen en común, en el mejor de los casos, es el trabajar en el mismo departamento, o para la misma empresa-.
Arquetípicamente, el ‘jefe’ suele recordar al padre o a la madre.
La empresa es una suerte de ‘escenario psicoanalítico’ donde la gente trata de lidiar con sus fantasmas interiores a través de relacionarse con los diversos ‘personajes’ de su drama personal, por eso es tan habitual tener ‘problemas’ en el lugar de trabajo. Si la jefa es mujer, la cosa se complejiza aún más. A pesar de que pueda pensarse que en el siglo 21 estas cosas, ‘ya no pasan’, pasan y mucho.
Sin tapujos y con total sinceridad, las mujeres lo tienen mucho más difícil que los hombres, porque al ‘techo masculino’ (que no de ‘cristal’), hay que añadir que entre ellas no existe ‘solidaridad de verdad’, sino competencia oculta, e incluso, a veces, desleal. Si la mujer jefa adopta el rol de ‘amiga’ o de ’madre’, en ese caso, quizá logre templar los ánimos de sus colaboradores femeninos que se avengan a interpretar el rol de ‘hijas’ o de ‘amigas’. En cambio, si opta por ejercer el liderazgo sin disimulos, debe prepararse para lidiar con egos que le crearán situaciones complicadas, de difícil manejo, o como poco, desagradables.
Las mujeres esperan de su jefa que las defienda, cuide, disculpe, y cubra las espaldas, pero no que les exija, responsabilice y se relacione con ellas como lo haría un jefe hombre.
Las colaboradoras a las que no les importa tener por jefa, a una mujer líder, o que la prefieren a un jefe hombre, suelen ser mujeres que se han liberado de los celos que conlleva el ‘género’, constituyendo unos elementos excelentes en el equipo, a modo de piedra angular, que contribuirá a alcanzar el éxito.
Que no te guste el jef@ que tienes, no te convierte en candidato al ‘diván del psicoanalista’ pues no todos los jefes –o jefas-, son buenos. A veces, tampoco son buenas personas: los hay frustrados, acomplejados, incompetentes, mezquinos… Idealmente, todos los jef@s, deberían ser geniales, fuera de serie, competentes.

 ¿Cómo es el/la que te la tocado en suerte o tu inconsciente escogió? 

 En mi caso, he tenido de todo un poco. Ahora soy mi propia jefa y mi ‘colaboradora estrella’, ello me facilita tanto el quejarme como el hacer sugerencias. Lo mejor de todo es que NO tengo que esforzarme en disimular la incompetencia de otros, ni asumir que sus errores desluzcan mi trabajo. Por supuesto, haber trabajado en equipos muy diversos ha sido la razón del por qué decidí enseñar a la gente a ‘contratar a quien la quiere contratar’, factor ineludible cuando se quiere crear equipos cohesionados, asertivos, eficaces, de alto rendimiento, centrados en sacar la empresa adelante y no en conspirar, o perdiendo el tiempo en actividades no relacionadas con la actividad y el propósito de la empresa. Si, en una entrevista para optar a un puesto de trabajo, te focalizas en agradar, pues sólo piensas en conseguir que te den el contrato, y no en hacer preguntas, puede que acabes trabajando a las órdenes de alguien a quien querrías mandar al infierno en tú primer día de trabajo. 

Para evitar tan desaconsejable situación, entrevístale. 


Hazle preguntas (mejor llevarlas preparadas).
Evalúa sus respuestas, los pros y contras.
Y, decide si quieres o no contratarlo, a ser posible, antes de que te hagan la oferta en firme.
Durante la entrevista, todo aquello que no te convenza o no te cuadre, será mucho peor cuando estés dentro.
No minimices los ‘contras’, no desatiendas las señales ni desprecies la información subliminal. Recuerda que irás a trabajar cada día de la semana, que pasarás allí ocho horas, y eso se repetirá todas las semanas, todos los meses…, mientras no te rescindan el contrato.

¡Trabajar en el infierno se te hará eterno! 

 Simplemente a cambio de un salario que bien podrías tener de emplearte a ti mismo o quizá trabajando para alguien a quien si contratarías.

 Quien no te valore el primer día de trabajo, nunca no lo hará.
Quién no sea capaz de ver tu talento y/o potencial -valorar tus capacidades y apreciar tu grado de profesionalidad-, no lo hará por más que te esfuerces.

He trabajado en multinacionales.
He constatado que, no todos los que ostentan altos cargos, son buenos profesionales.
En algunos casos, cuánto más grande la compañía, mayor es el número de incompetentes por metro cuadrado.
Sin embargo, siempre hay alguien dispuesto a asumir las competencias y las responsabilidades que conlleva hacer bien un trabajo.
Lamentablemente, estos quedan opacados por los trepas incompetentes que les hurtan el mérito y la gloria del trabajo bien hecho. Empero, los que valen y consienten que otros se adjudiquen el mérito y se lleven los laureles, tienen otro nivel de mediocridad: el de no creer en ellos lo suficiente como para largarse en busca de una oportunidad mejor, o como poco cambiar de estrategia y lograr que se sepa quién es el profesional competente. A veces, en las altas esferas no se enteran de lo qué pasa en cada departamento de la compañía.
Deberían saberlo.
Parte de las competencias de un jefe es conocer a sus empleados y saber lo que pasa en cada rincón de la compañía. Las empresas que no suelen dar lo mejor de sí mismas, ello se debe a que los equipos no están dirigidos por un buen líder. En cada empresa debería existir un ‘catador de talentos’, alguien externo que evalúe el potencial de cada miembro del equipo, sus aspiraciones, sus capacidades y sus ‘puntos débiles’ para organizar así el organigrama de rendimiento óptimo de la empresa. Si trabajas por cuenta ajena, deberías ocuparte de ti como si fueras tu propio jefe: liderarte, dirigirte, supervisarte, enseñarte, corregirte, exigirte… De ésta manera podrás complementar o discutir la evaluación de tu jefe, e incluso proponerte para un ascenso o mejora.

Si tu actual jef@ no se entera de lo fabuloso que eres, debes hacérselo saber.

Quien no se arriesga no se da la oportunidad de ganar. Asume que tu situación se da porque tú lo permites y lo fomentas. Si no lo permitieses, no sería como es. Muchas personas se pasan la vida esperando a que los demás se den cuenta de lo mucho que valen. En mi opinión, tampoco ellos saben lo que valen por eso esperan que otro se lo diga. Al no lograrlo, se frustran y enfurruñan. Existe la variante del que sabe que vale, pero no osa defenderlo.
En su caso la frustración es mayor, pues siendo consciente de su valía, le atenaza el miedo al fracaso que supondría el confrontar a la autoridad y que no se le reconociese, ya que ello supondría el tener su puesto de trabajo ‘tragando’. Si en la empresa donde prestas tus servicios, les has mostrado que, no importa cómo te traten, ahí sigues tú, no esperes un milagro. Lo que uno permite es lo que uno promueve. Lo que te sucede no se debe a que trabajes por cuenta ajena, de hacerlo por cuenta propia, te sucedería lo mismo: tus clientes no te respetarían, los habrías acostumbrado a ‘exigir mucho y pagar poco’, algo así como ‘ellos tendrían todos los derechos y tú ninguno’.

 Solución: empieza por desintoxicarte de tu sumisión, de tu falta de confianza, de tu miedo a dar el salto, de tu apego a la zona de confort (la comodidad de la incomodidad). Si no sabes cómo hacerlo, búscate hadamadrina. Un buen coaching PNL puede hacer maravillas. Palabra de experta.


PUESTAS DE SOL Y OTROS MUNDOS DE DIOS No acertaba a saber por qué los atardeceres la embargaban de aquella manera. Era como si una cometa se enredase en los hilos de su alma y tirase de ella hacia arriba hasta tocar el cielo con la punta de sus dedos. Una suerte de compuerta se abría dejando paso a la memoria del espíritu. De pequeña solía imaginar que provenía de mundos lejanos. Le gustaba pensar de sí misma que era de ‘otro planeta’. Y, puede que estuviese acertada. Se sentía un bicho raro entre sus semejantes –semejantes de cuerpo físico que no de los otros cuerpos celestiales que habitaban en ella-. Los bosques eran lugares mágicos donde perder el tiempo. Aquellos inmensos secuoyas, casi tan viejos como la tierra que los vio florecer parecían escuchar sus pensamientos y darle ideas con las que enhebrar nuevos sueños. Podía escuchar las ideas circular por sus neuronas mientras paseaba por el bosque. Se sentía feliz paseando en la única compañía del viento.